100 consejos de un fotógrafo profesional

La semana pasada, Gizmodo publicó una lista de  tips, reglas y cosas que un fotógrafo debería saber escrita originalmente por Eric Kim (street photographer). La lista de Kim está en inglés, aquí os la dejo traducida al español. Algunos tips os servirán de mucho, algunos otros no. Es lo que tiene escuchar los consejos de otro fotógrafo, que siempre hay algunos que podemos aplicar a nuestro caso y otros que no, pero siempre hay algunos universales que todos deberíamos seguir. Yo he señalado en negrita los que me parecen más importantes y acertados.

Jazz hands.- Eric Kim

1. Solo porque alguien tenga una cámara cara no significa que sea buen fotógrafo.

2. Dispara en RAW. Siempre.

3. Las lentes de focal fija te ayudan a ser mejor fotógrafo.

4. La edición fotográfica es un arte en sí misma.

5. La regla de los tercios funciona el 99% del tiempo.

6. La macro fotografía no es para todo el mundo.

7. Los filtros UV (ultravioleta) funcionan tan bien como las tapas.

8. Sal fuera y saca fotos en vez de pasar las horas del día en foros de fotografía.

9. Captura la belleza en lo mundano y tendrás una fotografía ganadora.

10. Analógico no es mejor que digital.

11. Digital no es mejor que analógico.

12. No hay cámaras u objetivos mágicos.

13. Mejores objetivos no te dan mejores fotos.

14. Emplea menos tiempo mirando el trabajo de otros y más tiempo disparando tú mismo.

15. No te lleves la réflex (DSLR) a las fiestas.

16. A las chicas les gustan los fotógrafos.

17. Que conviertas tus fotos en b&n no las convierte automáticamente en «artísticas».

18. La gente siempre desacreditará tu trabajo si les dices que usas Photoshop. En vez de eso, diles que las procesas en un «cuarto oscuro digital».

19. No es necesario que le saques una foto a todo.

20. Ten por lo menos 2 backups (copias de seguridad) de todas tus imágenes. Como dicen en la guerra, dos es uno, uno es ninguno.

21. Ponte la correa del cuello y consigue una para la mano.

22. Acércate cuando haces fotos, normalmente eso las mejora.

23. Sé parte de la escena mientras haces la foto en vez de un voyeur.

24. Disparar agachado normalmente hace que tus fotos sean más interesantes.

25. Preocúpate menos por los aspectos técnicos y céntrate más en la composición.

26. Usa cinta adesiva negra en los logos que haya en tu cámara. Eso desvía la atención de ti.

27. Siempre subexpón unos 2/3rd´s al disparar a plena luz del día.

28. Cuantas más fotos hagas, mejores serán.

29. No tengas miedo de hacer muchas fotos de la misma escena con diferentes exposiciones, ángulos o aperturas.

30. Enseña solo tus mejores fotos.

31. Una point-and-shoot (compacta) sigue siendo una cámara.

32. Únete a un foto de fotografía online.

33. Critica el trabajo de otros.

34. Piensa antes de disparar.

35. Una buena foto no necesita explicación (aunque los antecedentes a menudo se añaden a una imagen)

36. El alcohol y la fotografía no son una buena mezcla.

37. Obtén inspiración de otros fotógrafos, pero nunca los idolatres.

38. El granulado es bonito.

39. Pasa de la mochila y consigue una bolsa mensajera. Esto hace que llevar tu cámara y tus objetivos sea mucho más fácil.

40. La simplicidad es la clave.

41. La definición de fotografía es: «pintar con luz». Usa la luz a tu favor.

42. Encuentra tu estilo fotográfico y aférrate a él.

43. Tener un monitor secundario es lo mejor para el procesamiento fotográfico.

44. Silver EFEX pro es el mejor conversor de blanco y negro.

45. Lleva contigo la cámara a todas partes. A todas partes.

46. Nunca permitas que la fotografía entre en tu manera de disfrutar la vida.

47. No cuides en exceso tu cámara. Úsala y abúsala.

48. Haz fotos directas (straight photography).

49. Dispara con confianza.

50. La fotografía y la yuxtaposición son mejores amigas.

51. Imprime tus fotos en grande. Te harán feliz.

52. Dale fotos a tus amigos.

53. Dáselas a extraños.

54. No te olvides de enmarcarlas.

55. Las impresiones en Costco son baratas y se ven genial.

56. Sal y haz fotos con (un) amigo(s).

57. Únete a un club fotográfico o empieza uno tú mismo.

58. Las fotos son regalos geniales.

59. Hacerle fotos a extraños es emocionante.

60. Natural > posado.

61. La luz natural es la mejor luz.

62. 35mm (full frame) es la mejor lente focal «walk-around«.

63. No tengas miedo de subir el ISO cuando es necesario.

64. No necesitas llevar siempre el trípode contigo dondequiera que vas (maldita sea, yo ni siquiera tengo uno).

65. Siempre es mejor subexponer que sobreexponer.

66. Hacerle fotos a los indigentes con la intención de ser «artístico» es morboso. (Del original, exploitation)

67. Encontrarás las mejores oportunidades es las peores situaciones.

68. Las fotos siempre son más interesantes cuando incluyen el elemento humano.

69. No puedes «photoshopear» imágenes malas para que sean buenas.

70. Hoy en día todo el mundo es fotógrafo.

71. No necesitas volar a París para conseguir fotos buenas; las mejores oportunidades están en el patio de atrás.

72. La gente con réflex (DSLRS) que hace retratos con la empuñadura apuntando hacia abajo parece idiota.

73. Las cámaras son herramientas, no juguetes.

74. En términos de composición, la fotografía y la pintura no son muy diferentes.

75. La fotografía no es un hobby, es un estilo de vida.

76. Haz fotos, no excusas.

77. Sé original en tu fotografía. No intentes copiar el estilo de otros.

78. Las mejores fotografías cuentan historias que hacen que el que las ve quiera más.

79. Cualquier cámara que no sea negra llama demasiado la atención.

80. Cuanto más equipo lleves contigo, menos disfrutarás de la fotografía.

81. Un buen autorretrato es más difícil de hacer de lo que parece.

82. La risa siempre saca el verdadero carácter de la gente en la fotografía.

83. No parezcas sospechoso cuando haces fotos- mézclate con el entorno.

84. La fotografía de paisaje puede llegar a ser aburrida después de un tiempo.

85. Diviértete mientras haces fotos.

86. Nunca borres ninguna de tus fotos.

87. Sé respetuoso cuando hagas fotos de gente o de lugares.

88. Para hacer fotos naturales/expontáneas a la gente en la calle, es más fácil usar un gran angular que un teleobjetivo.

89. Viajar y la fotografía son la pareja perfecta.

90. Aprende a leer un histograma.

91. Una foto con ruido es mejor que una borrosa.

92. No tengas miedo de hacer fotos en la lluvia.

93. Aprende a disfrutar del momento, en lugar de tratar sin descanso de capturar la foto perfecta de ese momento.

94. Nunca hagas fotos con el estómago vacío.

95. Descubrirás mucho sobre ti mismo a través de tu fotografía.

96. Nunca mantengas escondida tu fotografía- compártela con el mundo.

97. Nunca pares de hacer fotos.

98. La fotografía es mucho más que simplemente hacer fotos, es una filosofía de vida.

99. Captura el momento decisivo.

100. Haz tu propia lista.

Mi cámara pt4. Cámara réflex digital de gama baja

En estos últimos post os hablaré de Canon. No por tema de canonistas/nikonistas (que explicaremos más adelante), sino porque es la marca con la que yo tengo experiencia.

Para poneros un ejemplo:

  • Gama baja -> Canon Eos 400D
  • Gama media -> Canon Eos 60D
  • Gama alta -> Canon Eos 7D

Por así decirlo, cuantos menos numeritos, más alta será la gama.

Las cámara réflex (DSLR) de gama baja son muy buenas cámaras en cuestión de calidad y manejo, pero no las mejores. Aún así, se pueden usar para casi cualquier cosa puesto que ya entran en el rango profesional. Conozco a más de un fotógrafo que realiza books profesionales a modelos con este tipo de cámaras y los resultados son sorprendentes. Ahora mismo, yo poseo una Canon Eos 400D y me he quedado blanca millones de veces con las fotos que estas cámaras son capaces de hacer… o más bien que nos dejan ser capaces de hacer.

¿Cuál es la diferencia? Pues, como ya hemos repetido una y mil veces, el aprendizaje es la diferencia más básica.

Conoceréis a muchas personas que, sin tener ni idea de fotografía, se han querido unir a ella con lo más caro que han encontrado. Pero todos los buenos fotógrafos os lo dirán: el dinero no es sinónimo de calidad. El talento no se compra, aunque no es imposible aprender desde cero con una cámara así. Y si no es imposible, ¿por qué debemos empezar desde abajo los demás?

Puede que me equivoque, pero la experiencia me ha enseñado a escalar las montañas desde abajo. A todos nos suena familiar aquello de «empezar la casa por el tejado». Nadie es chef por tener una Thermomix. Nadie que quiera echarse a la mar por primera vez coge el timón de un transatlántico sin haber cogido primero unos remos o manejado una embarcación pequeña. Así como ningún piloto lleva un avión desde la India hasta Europa sin haber realizado previamente viajes nacionales.

Por ello, puede que empecemos en la fotografía directamente con una ráflex, pero es una locura que nos lancemos de primeras a por una cámara de gama alta como una Canon Eos 7D, 5D ó 1D.

Como ya he dicho anteriormente, la mejor manera de aprender es desde abajo, paso por paso. Y nunca deberemos dar el siguiente hasta que nuestra cámara se nos haya quedado corta.

Con una cámara de gama baja aprenderé:

  • A experimentar con más opciones, más botones, más funciones.
  • A sostener una réflex correctamente.
  • A disparar mirando directamente, sin la pantalla de por medio.
  • Que la fotografía no es solo calidad estética, no solo es resolución, megapíxeles y funciones, sino que todo lo que fotografiamos debe tener un significado y hacerse con cariño.
  • Que existen una reglas que debemos aprender y que debemos comprender no solo la composición, sino también la luz, que es la base de la fotografía.
  • A comprender y utilizar la exposición y la velocidad de obturación.
  • Que una cámara tiene mil funciones y botones, pero que con el modo manual podemos conseguir infinidad de cosas.
  • Que el ISO es más importante de lo que pensamos y sirve para mucho más de lo que creemos.
  • Que a todos los modos se les puede sacar partido (M, Av, P…)
  • Que no es que «la cámara no llega», sino que no sabemos hacerlo y debemos aprender.
  • Que cuando no vemos algo, es porque no tenemos el objetivo que debemos tener, no es que la cámara no nos deje.
  • Que el profesional no nace, se hace.
  • Que el talento no es suficiente.
  • Que trabajamos con algo frágil. Tenemos que cuidarla, limpiarla, no darle golpes, guardarla bien, protegerla correctamente… en definitiva, tratarla bien. A ella y a los objetivos que tenemos.

Algunas fotos hechas con Canon Eos 400D:

Mi cámara pt3. Cámara semi-profesional

Este tipo de cámaras reciben varios nombres: semi-profesionales o bridge son algunos.

La decisión de comprarse una cámara semi-profesional no es fácil.

En primer lugar, está el precio. La mayoría son bastante más caras que una compacta y la diferencia con respecto a las réflex de gama baja no es tan grande como puede parecer. Normalmente la gente tiende a pensar: «Bah, para eso me compro una buena».

Pero, ¿qué es eso de buena? Las cámaras no son buenas en sí mismas, son buenas para el usuario y para las circunstancias de cada uno. Es decir, una cámara no es buena o mala sin más, debe ser adecuada para ti. Por lo tanto, si no vamos a saber usarla, es mejor que  no adquiramos una réflex, ya que fácilmente nos desilusionaremos pronto al no aprender tan rápido como quisiéramos y la dejaremos en el armario acumulando polvo… ¡¡O PEOR!! La usaremos en modo automático hasta el fin de los días y no hay nada peor que eso. ¿Para qué vamos a hacer fotos de una calidad inferior con una cámara más potente?

«El poder de la cámara no es transformar al fotógrafo en artista, sino proporcionarle el impulso de seguir buscando».- Brooks Anderson

Fotografía de Photojojo.com

En segundo lugar, por la apariencia y el tamaño. Las bridge son cámaras que pesan poco, compuestas esencialmente de plástico, no existe la posibilidad de cambiar de objetivo (aunque suelen contar con un teleobjetivo) y son pequeñitas.

Nuestro problema está en que asociamos lo grande con lo profesional. Los hay que piensan que, si su cámara es pequeña (aunque tenga apariencia de réflex), no parecerán profesionales. Pero parecerlo no significa serlo, o sea que mejor ir poco a poco y llevar colgado algo pequeñito pero matón.

Ahora en serio, ¿para qué quiero una semi-profesional si no es una compacta… pero tampoco es una réflex?

Es cierto que el visor es electrónico (las digitales usan visor óptico y las DSLR visor réflex, echa un vistazo aquí), no aceptan el intercambio de objetivos (no son exactamente lo mismo que las cámaras híbridasEVIL) y son pequeñas… ¡pero son perfectas para empezar a controlar la fotografía! De hecho, muchos fotógrafos usan este tipo de cámaras en su tiempo libre por su gran calidad y para no ir cargados. Si no lo tenemos claro, volvamos a los 3 escalones de aprendizaje con la guitarra.

Las ventajas de las semi-profesionales:

  • La configuración es totalmente modificable.
  • Tienen apariencia profesional.
  • Son comodísimas de llevar y pesan poco.
  • Cuentan con la ruedecita para elegir modos (M, Av, Tv, P…)
  • Trabajan bien con poca luz.
  • Manejo más amplio del ISO, reducción de ruido, mejor definición.
  • Incluso en automático, la superioridad en la calidad es notable (con respecto a las compactas).
  • Tienen muchísimos más settings que las compactas, aunque éstas cada vez incluyen más (encontramos configuraciones para hacer fotos de noche, en la playa, en movimiento, etc.)

Veamos un par de fotografías hechas con la Kodak Easyshare Z8612

Mi cámara pt2. Cámara digital compacta

Hoy en día casi todas las casas cuentan con una cámara compacta. Gracias a su precio, podemos hacernos con algunas maravillas que no solo nos servirán para hacer fotos en los cumpleaños o para que los adolescentes se hagan autorretratos frente al espejo, sino para empezar a familiarizarnos con la cámara y su funcionamiento y a amar la fotografía.

No debemos obviar que también existen diferentes categorías de cámaras compactas (gama baja-media-alta), pero quizá para alguien que quiere aprender y seguir hacia arriba, convenga adquirir la cámara que pueda permitirse pagar, nada por encima de sus posibilidades porque no la usará más allá de uno o un par de años. De hecho, no es mala opción darle uso a alguna que ande por casa, tenga el tiempo que tenga.

Fotografía de archivo: 123RF

Mi consejo es que empecemos a hacer fotos de todo lo que nos llame la atención y nos inspire con la cámara compacta. Comprobaremos que, gracias a la gran definición y resolución que tienen hoy en día la gran mayoría de compactas, podemos obtener resultados más que decentes. Además, estas fotos se dejan procesar muy bien, gracias a lo cual aprenderemos rápido qué es lo que nos gusta y lo que no, a diferenciar los filtros que nos gustan de los que no y a experimentar con la saturación y el blanco y negro.

Pero no todo lo que aprenderemos es técnico, sino que también empezaremos a familiarizarnos con la paciencia (un atributo clave para los fotógrafos), la suerte y la necesidad de reaccionar rápido.

Las limitaciones de este tipo de cámaras no deben desanimarnos, sino todo lo contrario. De hecho, comprobaremos que la mayoría de esas carencias son nuestras y no de la cámara, por lo que aprenderemos mucho más cuanto más nos esforcemos. Por ejemplo, sobre lo importante que es a veces «manipular» ciertos detalles de la realidad a nuestro gusto (como por ejemplo, retirar un cable porque no sabemos usar la clonación en Photoshop) o cómo podemos aprovechar la diferencia entre lo que es capaz de ver nuestro ojo y hasta dónde llega una cámara (puede parecer extraño, pero en ocasiones una fotografía puede ser bastante bella aunque no refleje la realidad tal y como es al completo).

En mi opinión, una cámara compacta es la mejor herramienta para aquel que quiere ser un fotógrafo en potencia.

Veamos un par de fotos hechas con la Oregon Scientific DS6638

Mi cámara pt.1 ¿El tamaño importa?

Hay que tener en cuenta que todos estos pasos de los que hemos venido hablando van dirigidos a aquellos fotógrafos en potencia que no tienen aspiraciones a vivir de la fotografía, al menos de momento.

Os expondré mi caso, pero pensad que esto es un ejemplo de alguien que ha seguido una evolución natural desde la niñez y ha ido adquiriendo cámaras según iba creciendo. No hablamos de una persona que con veintitantos años ha decidido coger una cámara, sería ridículo que a un adulto le diésemos una cámara de niño, al igual que a un niño una cámara de adulto.

Cuando tenía 6 años, mis padres me compraron una cámara, ‘Mi primera Kodak‘. No era digital, de hecho, era analógica (con su carrete y su ruedecilla para pasar de foto a foto). ¡Y ni mucho menos era compacta! No he conseguido encontrar ninguna foto, pero podemos hacernos una idea echando un vistazo a las que hay actualmente en el mercado.

Imagen perteneciente a http://www.quejuguetes.com

Luego tuve otra cámara, una Kodak Advantix 2000, un poco más adulta. Era lo que equivaldría en los noventa a una cámara digital compacta de las actuales, pero sin funciones extra, solo disparar y flash.

Imagen perteneciente a http://camerapedia.wikia.com

Y por último, con 13 años mis tíos me regalaron una cámara digital compacta, una Oregon Scientific DS6638, que iba a pilas y ¡¡no llevaba carrete!! Todo un alivio para mi madre, porque siempre se enfadaba cuando llevaba a revelar mis carretes y se encontraba con que le hacía fotos a las cosas y a los paisajes en lugar de a mis amigos.

Esta imagen pertenece a http://camera.manualsonline.com

Y para mí, que ya podría hacer lo que yo creía que era una infinidad de fotografías (unas 100) y al pasarlas al ordenador podía ponerle algunos efectos. Parece que hablamos de hace mil años, pero rondaría el 2003.

Como la calidad era tan sumamente mala (y las pilas se gastaban usando el flash 2 veces), pasaba la mayoría de las fotos a blanco y negro para que no se notase que eran… verdes. No sabía hacer nada más hasta que descubrí Picasa, pero ya hablaremos de la edición más adelante.

Yo con la Oregon

Más tarde, con unos 17 años, decidí que se me había quedado muy corta aquella cámara y que necesitaba ir más allá… por eso mi madre me regaló una semi-profesional, una Kodak Easyshare Z8612. Parecía de juguete, pero la resolución era mil veces mejor, podría hacer fotos en color por fin, las pilas eran de litio y ¡¡¡podía usar el flash!!! Para mí era genial, aunque luego descubrí que no me gustaba demasiado usarlo.

Con esa cámara aprendí a usar el AF (al no contar con objetivo intercambiable no tenía MF, pero los diferentes modos daban muy buenos resultados) y, lo más importante, el modo manual. Tras mucho trastear con los botones, los menús, todas las opciones y configuraciones y darle un uso inimaginable, se me volvió a quedar corta.

Defiendo firmemente la idea de que nunca debemos cambiar de cámara (a una superior) hasta que no sepamos bien manejar la que tenemos. De hecho, no debes dar un paso más hasta que no conozcas y controles la función de todos y cada uno de los botones de tu propia cámara. Aunque algunos ni los uses. Esto es debido a que normalmente pensamos que es la cámara la que tiene limitaciones, pero en la mayoría de los casos somos nosotros los limitados.

Hace unos 3 ó 4 años me hice con una cámara prestada, una Canon Eos 400D, ¡mi primera profesional! Por aquel entonces yo sabía más bien poco de réflex… y pensaba que no había nada más allá, que todas serían iguales y lo de la «gama alta» me sonaba a chino. Ahora, aunque sigo experimentando y me voy haciendo con complementos para fotografiar lo que quiero (reflectores, trípodes, objetivos, filtros…) ya he conseguido prácticamente todo lo posible con ella y estoy ahorrando para pasar mi etapa de gama baja y continuar hacia un nivel más: la cámara de gama media.