Aprende a querer a tu equipo

Lo repetiré una y mi veces: habrá mucha gente que nos diga que nuestra cámara es buena o mala, pero nunca debemos hacerles caso.

Para bien o mal, tenemos lo que tenemos. Ya sea porque no nos podemos permitir otra cosa o porque estamos empezando y aún no nos manejamos con nada más avanzado (que no mejor), debemos sacarle el máximo partido a nuestra cámara. Y a nuestro objetivo, por supuesto.

Como estudiante que soy, yo no me puedo permitir gran cosa y llevo 3 años con una cámara prestada (Canon Eos 400D) y su correspondiente objetivo, que venía incluido en el pack. Los injustamente llamados pisapapeles son aquellos objetivos que vienen normalmente con las cámaras cuando las compramos y no suelen ser de lo mejor que encontremos en el mercado, pero sí es verdad que sirven bastante bien para aprender. Son muy aprovechables, por así decirlo, ya que permiten un uso bastante general y nos obligan a esforzarnos y a saber lo que queremos y necesitamos por culpa de sus limitaciones. En mi caso y en el de muchísimos otros, mi objetivo es un 18-55mm, muy modesto. (Esos mm, para los iniciados, son la distancia focal de la lente, que no es más que la distancia de separación entre el centro óptico y el punto de convergencia de los rayos cuando enfocas a infinito). Más adelante analizaremos en profundidad las lentes.

¿Y qué haces con eso? Pues no mucho y todo. Hay que echarle horas y muchísima paciencia, pero podemos acabar consiguiendo fotos como esta:

Esta:

O esta otra:

Como veis, no hay que amargarse y pensar que la cámara «no llega». Siempre hay que pensar que el que «no llega» eres tú y esforzarse al máximo para hacerlo. Yo he tardado bastante en darme cuenta de que, por ejemplo, para sacar una fotografía macro necesito los instrumentos necesarios… pero que con los míos puedo obtener resultados más que decentes. Y que si el zoom no se abre o se cierra lo suficiente, soy yo quien tiene que acercarse o alejarse. Las cámaras y los objetivos no son buenos o malos en sí mismos. Son buenos o malos para ti. Un teleobjetivo de 4000 euros puede ser malo para ti al igual que una cámara semi-profesional modesta puede ser lo mejor que te puedas encontrar en tu camino. Hasta que no aprendas esto no disfrutarás de la fotografía y vivirás frustrado.

Si tu objetivo no llega a ver la luna, mira hacia abajo. Seguro que encuentras algo que vale la pena también.