Fotógrafos a los que admirar: El maravilloso mundo de Joel Robison

La imaginación no es solo cosa de poetas y dramaturgos, de pintores y diseñadores. Todas las actividades artísticas precisan de ella y, desde luego, la fotografía no sería lo mismo sin la imaginación.

Tengamos más o menos, no deberíamos dudar nunca en usarla. ¿Crees que tú no tienes? Si alguien no es imaginativo, se nota en seguida en sus fotos… son todas «las típicas», una copia de estilos ajenos. Si no es tu caso, enhorabuena. Si lo es… ¡rompe con ello!

Normalmente no somos imaginativos por miedo. Miedo a no conseguir lo que queremos, a parecer raros, a no gustar… pero, por mucho que cueste, debemos animarnos a probar, aunque al principio no consigamos demasiado.

Un ejemplo perfecto de imaginación es el fotógrafo canadiense Joel Robison. De su trabajo se pueden decir millones de cosas, pero quizá la más acertada sea que quita el aliento.

Se define a sí mismo como un fotógrafo autodidacta que usa su cámara y su ordenador para crear arte. Si vemos sus fotos, comprobaremos que durante los últimos años ha estado haciéndose autorretratos. Fotos de sí mismo que le han servido para poder experimentar y mejorar nuevas técnicas. Y lo que ha conseguido es simplemente maravilloso.

Disfrutad de su mundo:

 

También podéis ver su trabajo en su cuenta de Flickr, su página de Facebook, su Portfolio, o su blog de WordPress (donde enseña cómo hace alguna de sus fotos)